Hoy venía desde Barracas hasta mi casa, escuchando "Todo terminó", y pensando:
Ya fue, insulso de mierda.
Entonces...
Perdón, me había ido a limpiar algo asqueroso que la perra me dejó en el escote, por así no decir en la goma derecha. Puta. En fin, recién me estaba acordando de aquellos tiempos en que, con el tema de la separación de mis viejos, las salidas con mi papá se limitaban a Mc Donald y Sacoa. En una de esas, salimos a comer al "Mac" enfrente del Parque Lezama, donde, después de una larga discusión entre mi Papi y el Gerente porque había un cartel que estaba tan bajo que podías golpearte la cabeza, HUBO OTRA: La hamburguesa era chiquita. O alguna pavada así. Por lo que se acumuló otra discusión, y me acuerdo "pateeeeeente" a mi viejo decir "¡Que se lo cuenten ellas! [mi prima y yo, las dos pequeñas] ¡Los chicos lo dicen tal cual es!". Stop. Mierda, cuánta razón. Porque es verdad, cuando sos chico decís las cosas bieeeeeen literales, como para cagar todo. Decís palabra por palabra, no se te escapa una. Y yo esperé a Peter Pan pero no llegó y ahora me es imposible decir las cosas de forma literal, liberal. Perdí ese don, viene cuando tiene ganas. Y es feo che, porque te cae la ficha de que estás grande y ya no podés negociar el no comer en la cama para que te compren ése juguete que esta en la esquina del jardín. Ya las cosas te juegan en contra y por lo tanto no decís las cosas literalmente, antes te chupaba un huevo, o no sabías que te chupaba un huevo. No te tenías que depilar, andabas en bolas, estaba bien que Superman se cambiara en una cabina telefónica y queseyo. Así que, honey honey, seguí esperando a Peter Panconqueso y seguí diciendo las cosas literalmente, directísimo...
...capaz te agrandan el BigMac.
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