Digo yo, así, por decir... ¿Qué tan difícil es conseguir unas BUENAS zapatillas? OKEY, en el mercado de San Telmo quizás no encuentres justamente ESE tipo que querés, pero... en un lugar donde hay ocho mil negocios a los 100 metros a la redonda? Entonces, o me pasa a mí sola o no sé. El día comenzó cuando me desperté temprano para justamente, ir a comprar zapatillas allá por Lanús. Llegué y vi un par... seguí recorriendo, no vaya a ser que me compre unas al boleo y despues encuentre las soñadas. Ahora, me recorrí 'massssssssomeno' unas infinitas cuadras. Y no las encontraba, no encontraba ESAS que son super simples. Okey. Entonces dije 'BUENO, ESTAS O ESTAS O ESTAS.' (Entiéndase, estaba entre tres). Primer local: 'oh! no tenemos talle. Me quedaron nomá estas, blancas y rojas con lunares'. No gracias, esas ya las tengo. Me cruzo, hola sí.. ' Mmm no, solo los colores de vidriera'. Ajám. Sí. Em, bueno, me gustan estas, si de las otras dos no tienen... ' No me quedo talle más chico, y no es fácil conseguirlas..' AH BUE. Tranquila Laura, vamos a buscar en otro negocio que seguuuuuro hay. PERO, QUE PUEDE HABER PASADO? Estúpidas costumbres tan tan tan viejas ! VEJESTORIOS!,
¿QUÉ NECESIDAD tienen de cerrar al mediodía? . Eso ya no se hace. Peeero, viviendo a unos cuantos kilómetros de Lanús, no iba a ir y volver, así que decidí quedarme a comer una pizza en Las Palmas. 3 horas tuve que estar sentada, ya la pizza la habían retirado, ya me había pedido dos Coca-colas. Se hicieron eso de las 5. Fui a ese local que juuuusto las tenía, y que había estado cerrado hasta el momento. Ya estaría abierto... pero no. Estaba a punto de tirarme abajo de una camioneta, pero recobré las ganas de vivir cuando me dijeron que ese negocio ya estaba por abrir (¿Por qué no ser puntuales?). Fui a ver unas remeras, todas feas, me volví. Entré. Gloria Dios, Jesús y la Virgen María. 'Sí, mirá, quiero probarme éstas, éstas, éstas y éstas'. Con una sonrisita en la cara la chica del negocio me empezó a traer las zapatillas. Pobre, eran 4 juntas, no se acordaba. Trae dos y me empiezo a probar, viene y me dice que las dos que faltan no las tenía (JUSTO, JUSTITO, UNA DE ESAS DOS ERAN LAS QUE MAS QUERÍA) peeeero ! pero pero pero, MI-LA-GRO. Había de las que quería. Se me iluminó la cara. Me las probe. Me probé una sola. La frase salió de mi boca tal como el canto de un pájaro: Me llevo éstas. Me estaba levantando del sillón cuando vienen a comunicarme que estaba mal el par, que había una que era más grande que otra. (Vos, que leés, te imaginarás mi cara). Me dijeron que en el otro local había un par bien armado, que ya me lo traían. Me lo probé, OH DIOS, eran mas grandes :). Decidí volverme a casa. Entre a dos lugares más antes de irme completamente, pero no, no y no. Desde las 11 y media am hasta las... 7 de la tarde. Todo eso por buscar unas zapatillas simples y no se pudo. Ni que fueran los zapatos de Cenicienta.